De Samhain a Halloween: El Mito de la Bruja y tu Intuición Femenina

¿Te has preguntado por qué, cada 31 de octubre, la bruja se convierte en el emblema absoluto de Halloween? Ursula Pfeiffer, cofundadora de Yuriyana Club, te invita a viajar al pasado celta para entender cómo esta figura femenina pasó de sanadora respetada a villana de cuentos… y qué tiene que ver eso con la intuición que late dentro de ti.

1. Samhain: la fiesta celta que dio origen a Halloween

Antes de las calabazas talladas y los disfraces, los pueblos celtas celebraban Samhain, el fin de la cosecha y la bienvenida al invierno. Era un momento liminal: la vida se retiraba y la naturaleza “moría” hasta renacer en primavera. De ahí vienen los símbolos de oscuridad, misterio y contacto con “el otro lado” que hoy asociamos al 31 de octubre.

Cuando el cristianismo llegó al norte y oeste de Europa, no prohibió Samhain: lo sincretizó. Transformó la fiesta pagana en la víspera del Día de Todos los Santos—All Hallows’ Eve, luego Halloween. Así, los rituales celtas sobrevivieron bajo una nueva capa religiosa… y la semilla de la bruja empezó a germinar.

2. ¿Dónde entra la bruja en todo esto?

En las sociedades celtas, las mujeres desempeñaban un papel central como guardianas de los ciclos naturales. Su cuerpo, con la menstruación, el embarazo y la menopausia, era un recordatorio viviente de la danza entre vida y muerte. Muchas eran sanadoras y parteras: conocían las hierbas, los ritmos de la luna y el lenguaje del dolor.

Con la expansión de la Iglesia y, más tarde, el surgimiento de la medicina “moderna” (siglos XIV‑XV), ese saber se volvió incómodo. Las curanderas competían con los nuevos doctores—todos hombres—y, además, gozaban de autonomía económica. ¿La solución? Demonizarlas. Nació la bruja: verruga, caldero y malas intenciones incluidas.

3. Tres motores que alimentaron la caza de brujas
  1. Conflicto profesional. Las curanderas eran la competencia directa de los primeros médicos titulados. Al tacharlas de “herejes”, se desviaba la clientela hacia la medicina académica.
  2. Control económico. Casos como los juicios de Salem muestran cómo acusar a una mujer de brujería facilitaba confiscar sus tierras. Si eras propietaria e independiente, bastaba un rumor para perderlo todo.
  3. Patriarcado religioso. La nueva estructura eclesiástica colocaba a los hombres en la cúspide y relegaba a las mujeres al silencio. Convertir a las sanadoras en “seres malignos” justificaba su exclusión.
4. De villana a símbolo de poder: lo que la bruja revela de ti

Aunque la propaganda medieval logró que temieras a la bruja, su historia guarda un espejo poderoso:

  • Conocimiento corporal. Igual que aquellas mujeres, tu cuerpo registra ciclos y señales. Escucharlo es el primer paso para reconectar con tu intuición.
  • Sabiduría ancestral. Las curanderas transmitían recetas y rituales de generación en generación. Hoy, puedes honrar ese legado aprendiendo sobre plantas medicinales, autocuidado y prácticas holísticas.
  • Autonomía financiera. Ser dueña de tu tiempo y tus recursos sigue siendo un acto revolucionario. Cada decisión económica que tomas reafirma tu independencia.
5. Ejercicio: rescata tu intuición en tres pasos
  1. Observa tu ciclo personal. Lleva un diario: energía, estado de ánimo, creatividad. Verás patrones que te ayudarán a planificar y cuidarte mejor.
  2. Practica el silencio. Dedica cinco minutos diarios a respirar y sentir. ¿Dónde se manifiestan tus “sí” y tus “no” en el cuerpo? Tal vez un cosquilleo en el pecho o un nudo en el estómago.
  3. Crea tu propio “caldero”. No necesitas un pote gigante: puede ser una libreta donde mezcles ideas, sueños y aprendizajes. Ese espacio creativo es tu laboratorio interno.
6. Rompiendo mitos modernos
  • “La bruja es mala por naturaleza.” Falso. La mala fama nació de intereses políticos y económicos.
  • “La medicina tradicional es anticuada.” La evidencia científica avala cada vez más terapias integrativas que combinan hierbas, alimentación y mente‑cuerpo.
  • “Hablar de ciclos es anticuado.” Entender tus ritmos hormonales puede mejorar productividad, relaciones y bienestar.
7. Preguntas para tu autoexploración
  1. ¿Qué parte de la historia de la bruja resuena contigo hoy?
  2. ¿Cómo te relacionas con tu propio ciclo—menstrual, emocional o creativo?
  3. ¿En qué áreas buscas aprobación externa y callas tu intuición?
  4. ¿Qué decisión financiera podría darte más independencia?
  5. Si tuvieras un “caldero” personal, ¿qué tres ingredientes simbólicos añadirías?
8. Conclusión: celebra Halloween desde el poder, no desde el miedo

La próxima vez que veas una bruja volando en su escoba, recuerda: no representa maldad, sino autonomía, saber y conexión con la naturaleza. Reivindicar su historia es reivindicar la tuya. Disfruta el misterio, ponte el disfraz que quieras y, sobre todo, escucha esa voz interna que ya sabe por dónde volar.

Mira el episodio complementario “Mujeres libres, brujas y otros mitos” en nuestro canal de YouTube https://youtu.be/OmT9UWM7Tpk

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