
En un mundo donde el emprendimiento femenino sigue siendo un camino lleno de retos, la historia de Antonella Malaspina es un ejemplo inspirador de cómo la determinación y el talento pueden abrir puertas en sectores dominados por hombres. Antonella, fundadora y CEO de AM STUDIO, ha logrado construir un nombre propio dentro de la industria de la arquitectura y la construcción en el Perú. En este artículo, ella nos comparte su trayectoria profesional, los desafíos que ha enfrentado y las satisfacciones que ha encontrado en su camino como emprendedora.
Puedes ver la entrevista complementaria en nuestro canal de YouTube: https://youtu.be/kKpm1RQGs3Uhttps://youtu.be/kKpm1RQGs3U.
De la arquitectura al emprendimiento
Graduada en arquitectura por la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), Antonella inició su carrera trabajando en algunas de las principales firmas de arquitectura en Lima. Sin embargo, su camino hacia la arquitectura no fue lineal.
«La verdad es que, si te soy sincera, nunca había pensado en ser arquitecta. En el colegio, por ejemplo, yo quise estudiar veterinaria, pero por cosas de la vida en quinto de media terminé viendo cómo era la veterinaria en nuestro país, y no era muy factible», comparte Antonella.
Buscando una carrera que combinara su pasión por el arte y la construcción, descubrió la arquitectura. «Me di cuenta de que la arquitectura tenía mucho que ver con lo que en verdad me gustaba, que era el arte y la construcción de diferentes elementos. Entonces ahí fue donde comencé a indagar y terminé entrando a la arquitectura, y una vez que entré ya no tuve pare. Me encantó, era justo lo que buscaba», recuerda.
Durante sus estudios y primeros años profesionales, Antonella enfrentó desafíos en un sector tradicionalmente dominado por hombres. «Tuve la oportunidad de trabajar desde muy joven, antes de terminar la carrera. Mis primeras prácticas fueron en una empresa grande donde estábamos haciendo un centro comercial. Pero cuando a mí me dejaban sola en obra, nadie me hacía caso», relata. Los proveedores y albañiles no seguían sus indicaciones, y esto afectó su confianza. «Me sentía en algunos momentos hasta inferior a ellos porque no tenía cómo decirles algo o cuando les decía no me hacían caso. Entonces yo ya me cohibía, ya no quería hacer ciertas cosas, entonces solita me iba retrocediendo en eso en vez de seguir avanzando», admite.
Rompiendo barreras y encontrando apoyo
A pesar de estos obstáculos, Antonella encontró apoyo en su entorno. «Tengo una red que he tenido alrededor mío que me ha ayudado, porque si no fuera por eso y me seguiría por las ideas de la sociedad que tiene hoy en día, no lo hubiera podido lograr o quizás me hubiera costado muchísimo más», señala. Conversar con otras personas en el rubro y con experiencia en liderazgo le dio la confianza para retomar su posición. «Me dieron la confianza de poder decir: ‘No me va a hacer caso, me voy a poner más fuerte'», afirma.
AM STUDIO: Un espacio propio
El impulso definitivo hacia el emprendimiento vino con la pandemia de COVID-19. «Llegó el COVID y nos recortaron los sueldos, teníamos que igual ir a la oficina en plena pandemia. Eran un montón de cositas que te iban influyendo y me hacían sentir mal conmigo, hacían sentir que trabajaba mucho o que no era lo que en verdad yo quería en ese momento», explica Antonella.
Con el apoyo de su familia, decidió dar el salto. «Tengo una red de apoyo familiar muy buena que me ayudó. Vivía con mis papás en ese momento y me dijeron: ‘Mira, si no te sientes feliz, prueba con algo más. Total, vives acá con nosotros’. Entonces tienes esta red un rato más para poder ver qué quieres hacer», cuenta.
Así nació AM STUDIO, un espacio donde Antonella pudo tener control total sobre su carrera y explorar proyectos que realmente la apasionaran. «Empecé con las redes sociales, empecé justo a hacer una cocina, me entró un proyecto de hacer una cocina desde cero, de remodelarla totalmente, y ese fue, por así decirlo, lo que me catapultó para salir sola, y ya desde ahí no paré», relata.
Desafíos y crecimiento como emprendedora
Establecer su propio estudio no fue sencillo. «Para empezar, acá en Perú creo que el tema de formalización de una empresa es complicado. No es algo fácil porque conlleva tiempo, conlleva dinero que no sabías. Creo que uno de los problemas que también tenemos es que en la universidad te enseñan a trabajar para otros, pero no a trabajar para ti», comenta Antonella. Tuvo que aprender sobre administración, pagos de impuestos y otros aspectos empresariales «a la fuerza o equivocándome incluso», confiesa.
Sin embargo, los retos vinieron acompañados de grandes satisfacciones. «He dado un salto 360. Desde que me volví independiente, vi cómo las empresas de arquitectura desde otra perspectiva. Hoy en día, que yo soy la líder de esta empresa, en mi estudio cambiamos bastante la forma de trabajar», explica.
Antonella ha creado una cultura organizativa distinta en AM STUDIO. «Siento que una de las grandes satisfacciones es que no tengo trabajadores que trabajan para mí, sino que somos personas líderes que estamos liderando a otras personas a formarse como líderes. Eso es lo que más me está llenando de satisfacción», afirma. En lugar de un horario rígido, promueve la flexibilidad y el trabajo por metas. «Porque somos creativos, no podemos estar encerrados en una burbuja trabajando. Tenemos que salir a campo, tenemos nuestros propios horarios, podemos ser flexibles en ello», añade.
Una visión de liderazgo diferente
La decisión de fomentar este tipo de cultura surge de sus propias experiencias. «Yo no quería tener empresa por lo mismo de que yo había visto las empresas de mis papás o de mi familia, que eran empresas más tradicionales», explica. «Yo tuve siempre un jefe, nunca tuve un líder. Un jefe te enseña a trabajar para él, en cambio un líder te enseña a trabajar con él. Creo que esa es la gran diferencia», reflexiona.
Antonella busca ser «la jefa que nunca tuve». «Me propongo hasta el día de hoy, me voy a seguir equivocando, como siempre digo, somos humanos, pero creo que tengo esa mentalidad de seguir avanzando por ese rubro más que por el tradicional», concluye.
Reflexiones finales
La historia de Antonella Malaspina es un recordatorio de que, aunque el camino del emprendimiento femenino puede ser desafiante, está lleno de posibilidades. Su decisión de fundar AM STUDIO y desafiar las normas establecidas en la industria de la construcción es un testimonio de su valentía y determinación.
En Entre Amigas con Yuriyana Club, Antonella compartió no sólo su experiencia, sino también su visión sobre la importancia del emprendimiento femenino y el liderazgo colaborativo. Si deseas conocer más sobre su historia y obtener consejos prácticos sobre diseño y emprendimiento, te invitamos a ver la entrevista completa en nuestro canal de YouTube: https://youtu.be/kKpm1RQGs3U.
El camino hacia la independencia no es fácil, pero historias como la de Antonella nos muestran que es posible y que el cambio comienza con un paso hacia adelante.
Sobre Entre Amigas con Yuriyana Club
Entre Amigas con Yuriyana Club es un espacio dedicado a explorar temas relevantes para las mujeres, fomentando conversaciones profundas y significativas. A través de entrevistas con mujeres destacadas en diversos campos, buscamos inspirar, educar y empoderar a nuestra audiencia.
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