Retos en la autonomía corporal de la mujer: Rompiendo silencios y construyendo apoyos

En pleno siglo XXI, la lucha por la autonomía corporal de la mujer sigue siendo un desafío persistente y urgente. A pesar de los avances en igualdad de género, las mujeres continúan enfrentando obstáculos significativos para ejercer su derecho a decidir sobre sus propios cuerpos, especialmente en lo que respecta a su salud sexual y reproductiva. Este tema adquiere una relevancia crítica al considerar las alarmantes estadísticas de violencia sexual que afectan a mujeres y niñas en todo el mundo.

Según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), una de cada cinco mujeres estadounidenses será víctima de violencia sexual en algún punto de su vida. En América Latina, la situación es aún más compleja. Estudios indican que el porcentaje de mujeres violentadas se acerca al 90%. Sin embargo, debido a que la mayoría de las víctimas no denuncian las agresiones y a la falta de información estadística fiable, determinar con exactitud la incidencia de violencia sexual contra las mujeres es difícil.

Dentro de este contexto, la doctora Gabrielita Sánchez Horna, presidenta del plan piloto del Programa Violeta en Perú, trabaja incansablemente para apoyar a las víctimas de agresión sexual. En este artículo de La Pluma de Eva, comparte su experiencia y perspectivas sobre este importante tema.

El impacto profundo de la violencia sexual

La doctora Sánchez enfatiza que la violencia sexual tiene repercusiones en múltiples niveles. «La violencia sexual impacta a todo nivel: a nivel físico, a nivel médico, porque puede traer mucho riesgo de embarazos no deseados con las complicaciones que un embarazo no deseado tiene, y complicaciones a futuro para ese niño o niña que nace producto de un embarazo no deseado», explica.

Además de los riesgos físicos, existen profundas consecuencias psicológicas y sociales. «Cuando hablamos de la parte de salud mental, es más complicado aún. Existe depresión, ansiedad, dificultad para socializar, no se adaptan a ningún trabajo, se aíslan, empiezan a tener incluso trastornos alimenticios, riesgo de suicidio, ideas suicidas», señala la doctora Sánchez.

El silencio como barrera y la necesidad de hablar

Uno de los mayores desafíos en la lucha contra la violencia sexual es el silencio que rodea a las víctimas. «El no hablar, el no manifestar lo que ha sucedido puede repercutir en su salud, en su estado mental y en su interacción social. Entonces, es mejor poder hablar de este tema para tener una intervención adecuada y poder recuperar a esa persona, para volverla a insertar en la sociedad», afirma.

La doctora Sánchez subraya la importancia de ofrecer espacios seguros donde las víctimas puedan recibir apoyo sin ser juzgadas. «Que entienda que es un ser valioso, que tiene la oportunidad de decidir y que existen estos espacios seguros donde va a recibir apoyo, donde no es obligada a nada, sino que puede tomar decisiones con una buena información y un buen respaldo», agrega.

El Programa Violeta: Un modelo de intervención integral

El Programa Violeta surgió como respuesta a la necesidad de una atención más humana y efectiva para las víctimas de violencia sexual. «Es un comité multidisciplinario; yo estoy desde el área de ginecología. También tenemos psicóloga, asistenta social, enfermera, químico farmacéutico, pediatra, psiquiatra y este año se ha incorporado una doctora en infectología. Entonces, todo este equipo multidisciplinario tiende a generar una atención integral», describe la doctora Sánchez.

Una de las innovaciones del programa es su enfoque centrado en la víctima, evitando su revictimización. «En vez de que la víctima esté dando vueltas por todos los servicios, eran los servicios los que iban alrededor de la víctima para brindar atención y evitar la revictimización», explica.

Desafíos y avances en la atención a víctimas

A pesar de los esfuerzos, existen obstáculos significativos en el sistema de salud y legal. La doctora Sánchez menciona que, inicialmente, muchos profesionales de la salud evitaban involucrarse debido a la carga burocrática y legal que implicaba. «Antes habían muchos problemas legales asociados a este tipo de atenciones. Entonces, el personal asistencial aprendió a decir: ‘¿Sabes qué? Vete al médico legista y luego vienes'», comenta.

Sin embargo, destaca que esto está cambiando gracias a la capacitación y mayor conciencia sobre la importancia de brindar apoyo. «Eso está cambiando, está habiendo cada vez mucho más capacitación. Está habiendo también más involucramiento y más interés por el tema», asegura.

La importancia de la educación y la prevención

La doctora Sánchez enfatiza la necesidad de educar a la sociedad desde temprana edad para prevenir la violencia sexual. «Es muy común, sobre todo en Latinoamérica: ‘Pero dale un besito a tu abuela, se va a enojar’. Entonces, ellos empiezan a ver como que es obligatorio cumplir con esas solicitudes de los adultos. Empiezan a perder también su autonomía, no la visibilizan como tal», observa.

Fomentar el respeto por la autonomía corporal y enseñar a los niños y niñas sobre sus derechos es esencial para romper ciclos de violencia y abuso.

Un llamado a la acción y al apoyo comunitario

Para finalizar, la doctora Sánchez hace un llamado a las víctimas y a la sociedad en general: «Creo que es muy importante también poder hablar y no tener miedo de poder manifestar lo que ha sucedido y, sobre todo, entender que existen recursos para poder controlar las complicaciones que puede traer una violación sexual».

La violencia sexual es un problema que nos afecta a todos y requiere una respuesta colectiva. Programas como Violeta demuestran que es posible brindar una atención centrada en la víctima, respetando su autonomía y ofreciendo opciones informadas.

Si este tema te ha resonado y deseas profundizar en estas conversaciones, te invitamos a ver la entrevista complementaria a este artículo en el canal de YouTube de Yuriyana Club. Haz clic en este enlace: https://youtu.be/q9MVsZQmCag.

La entrevista ofrece una mirada detallada a los desafíos que enfrentan las mujeres en la lucha por su autonomía corporal y destaca el valioso trabajo que se realiza desde programas como Violeta. Es una oportunidad para reflexionar, aprender y sumarse al cambio necesario para construir una sociedad donde la violencia sexual no tenga cabida.

Sobre Entre Amigas con Yuriyana Club

Entre Amigas con Yuriyana Club es un espacio dedicado a explorar temas relevantes para las mujeres, fomentando conversaciones profundas y significativas. A través de entrevistas con mujeres destacadas en diversos campos, buscamos inspirar, educar y empoderar a nuestra audiencia.

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