Sexo y Placer: Los linderos de la Sexualidad Femenina

Hablar de placer sexual femenino significa entrar en un territorio íntimo, personal y, muchas veces, silenciado. La sexualidad femenina, como se vive y experimenta, no puede reducirse a una norma; sin embargo, la sociedad ha impuesto reglas invisibles que la tratan como un tema tabú. La falta de información, educación y diálogo abierto genera incomprensión, miedo y represión, manteniendo al placer femenino marginado y mal entendido.

La Sexualidad Femenina y las Normas Sociales

La sociedad ha encajonado la sexualidad femenina dentro de una narrativa limitada y heteronormativa. Por lo general, se presenta como algo que existe únicamente en el contexto de una relación de pareja, y se desestima la capacidad de la mujer para darse placer a sí misma. Este estigma tiene raíces profundas:

  • Tabú sobre la Masturbación Femenina:
    Según la académica Elizabeth Schlappa, en su libro «Monstruos son Ellas», la masturbación femenina es percibida como un «sustituto de segunda categoría» para el sexo con penetración o como una expresión de desviación. Esta visión minimiza la autonomía sexual de las mujeres y perpetúa la idea de que su placer debe estar mediado por un hombre.

El Rol del Clítoris:
A pesar de que el clítoris tiene 8,000 terminaciones nerviosas y es clave en el placer femenino, muchas veces se ignora su importancia. Incluso desde una perspectiva reproductiva, estudios demuestran que la estimulación del clítoris crea un ambiente más favorable para la procreación. Sin embargo, sigue siendo relegado culturalmente a un «subconjunto» de la sexualidad femenina, especialmente en contextos lésbicos o solitarios.

Doble Estándar en la Masturbación

El contraste entre la percepción de la masturbación masculina y femenina es evidente:

  1. Masturbación Femenina: A menudo vista como un acto de soledad, desviación o lesbianismo. Estas etiquetas reflejan un sistema que niega a las mujeres el derecho a explorar y disfrutar su sexualidad de forma autónoma.
  2. Masturbación Masculina: Normalizada y hasta celebrada en la cultura popular, como en películas tipo American Pie.
Placer Sexual como Propiedad Personal

Reclamar el placer sexual como parte de nuestra propiedad y autonomía es un acto revolucionario. Como señala Beyoncé:

«Las viejas lecciones de sumisión y fragilidad nos convirtieron en víctimas. Las mujeres son mucho más que eso. Puedes ser empresaria, madre, artista y feminista, y seguir siendo un ser sexual.»

Parte de esta reivindicación incluye romper el silencio, dejar de esconder partes de nuestro ser y aceptar nuestra sexualidad como una dimensión vital de nuestra identidad.

El Poder de Sentir, Conocer y Valorar

Judith Plaskow, en su obra «De nuevo en el Sinaí», enfatiza que la sexualidad es una dimensión clave de nuestra capacidad de vivir apasionadamente. Al desconectarnos de nuestros sentimientos sexuales, también disminuimos nuestro poder general para experimentar, conocer y valorar profundamente. Esta desconexión no solo limita nuestro placer, sino también nuestra capacidad de sentirnos completas.

Invitación al Diálogo

¿Cómo percibes tu conexión con tu propia sexualidad? ¿Qué pasos podemos tomar como sociedad para normalizar el placer sexual femenino y romper el silencio que lo rodea? Este es un espacio para reflexionar y dialogar sobre cómo reconectarnos con nuestro cuerpo y reclamar nuestra autonomía. Comparte tus pensamientos en los comentarios.

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